El Londres de la princesa Diana

Dentro de unos días se estrena la película Diana en España (el 13 de diciembre) y aunque esta película ha tenido unos resultados lamentables en su ciudad de origen, gracias a ella he podido trasladarme a Londres para hacer esta crónica. Una vez más, gracias señores Lumière.

Cartel de Diana

 No ha sido mi primera vez en la capital británica pero sí mi primera experiencia como reportera de viaje freelance, así que he paseado por la ciudad como si fuera una de las chicas de Sexo en Nueva York, pero versión british y con mis zapas de leopardo, que para patearse la ciudad es mejor la suela plana, pero nunca dejar la moda de lado.

Puente de St. James Park

En mi mapa estaban señalados todos los lugares importantes en la vida de Lady D. Gracias a la habilidad que tienen los ingleses para sacarse partido pude visitar muchos de esos lugares dentro del Diana Princess of Wales Memorial Walk. Este paseo de 11 kilómetros recorre los cuatro pulmones de la capital: Kensington Garden, Hyde Park, Green Park y St. James Park. Entre árboles frondosos y animalillos que se te acercan a por algo de comer, se pueden visitar monumentos y edificios tan emblemáticos como Kensington Palace, donde Diana vivió desde su enlace con el príncipe Carlos hasta más allá de su separación en 1992, y donde  residen el príncipe Guillermo y Kate Middleton desde 2011; el palacio de Buckinham, lugar en el que la reina Isabel II se despierta cada mañana y que recoge los famosos cambios de la Guardia Real, o Clarence House, la actual vivienda de Carlos de Inglaterra y Camila Parker Bowles. 

Kensington Palace

Además, el recorrido pasa junto al Diana Memorial Playground, un parque infantil que recrea los mundos de Peter Pan, y la Diana Memorial Fountain, un collar de agua construido en 2004 que representa las etapas felices y amargas de la vida de Lady D. Una metáfora pasada por agua.

Recomiendo para ese paseo alquilar una bici, podrás encontrarlas en muchos puntos de los parques y sólo cuestan 2 libras.

Como no todo era vida palaciega me dediqué a recorrer los rincones a los que la princesa de Gales acudía para entretenerse. Patrocinadora del English National Ballet, visitaba el Royal Albert Hall para ver actuar a la que es la primera compañía de ballet británica. En las visitas guiadas te mostrarán donde se sentaba la Reina cuando Nelson Mandela le hizo bailar y la colocación de unas membranas gigantes suspendidas en el techo, en las que han vibrado las voces de Adele, los Beatles o Pavarotti.

En sus noches de ocio la princesa Diana se paseaba por Leicester Square para disfrutar de una película en uno de los cines que en la plaza se encuentran. Lo que no sabía es que años después por allí mismo pasarían Naomi Watts y Naveen Andrews para presentar un film que llevaría su nombre.

Tienda del restaurante San Lorenzo

Si necesitas reponer fuerzas entre tanta visita, pasa por los restaurantes preferidos de Lady D. San Lorenzo, en Kinghtsbridge, ofrece un menú completamente italiano. Los cuadros de Andy Warhol le restan sobriedad al lugar, algo que me encantó, además tiene una pequeña tiendecita donde venden productos típicos de 'la bota'. Le Caprice sin embargo amplía su carta a platos europeos y ofrece un escenario más tradicional (Arlington House, Arlington St).

Brompton Road, con Harrod's al fondo

Pero si todo esto no te deja con la boca abierta y mil fantasías en la mente, olvídate de seguir entera cuando pases las puertas de Harrod's. El gran almacén recoge muchas de las firmas que vestía Diana Spencer, además de un monumento en su honor y en el de Dodi Al-Fayed (el padre de éste fue el dueño de los almacenes hasta 2010). Tómate tu tiempo recorriendo cada planta porque no tiene desperdicio: desde las prendas más exclusivas, a un maxitelevisor de grosor invisible o un pitufo gigante de Lego.

Una vez más me quedé con la sensación de no haber visitado muchos rincones, de no haber experimentado todo lo debido, pero sabiendo que había vivido un viaje digno de princesas. Y me permito la cursilada.